Cuando fallece una persona y no deja testamento, a sus herederos no les quedará más remedio que proceder a algunos trámites legales antes de poder repartir los bienes del difunto. La declaración de herederos precio es una de las mayores preocupaciones de las personas, sobre todo cuando no son muchos los bienes a repartir.

Todo dependerá del profesional al que acudamos para que nos asesore, si es que llegamos a hacerlo. Es posible realizar los trámites por uno mismo, pero lo cierto es que el consejo de un experto siempre ayuda. Ayuda porque a veces no se tienen claros los pasos a dar y si no se hacen correctamente, solo se conseguirá dilatar innecesariamente el proceso.

Hay que tener presente que no todas las declaraciones de herederos son iguales. Si las personas a heredar son parientes directos, es decir, esposa hijos o padres, será suficiente con acudir a un notario acompañados de dos testigos que den fe de la veracidad del parentesco con el fallecido.

Sin embargo, cuando se trata de familiares no directos como primos o tíos, la declaración tendrá que realizarse ante un juez, aportando toda la documentación necesaria y también acompañados de testigos.

Es un trámite a veces doloroso y hasta engorroso porque se debe realizar en circunstancias especiales, poco después de que el familiar fallezca. La tristeza o los nervios pueden hacer que sea todo mucho más complicado, por ello conviene dejarlo en manos de un profesional.

Cuando se quiere renunciar

No es lo habitual, pero es posible rechazar la herencia. En ese caso también hay que realizar una serie de trámites muy concretos. A la pregunta de cómo renunciar a una herencia hay que contestar que, primero, se debe estar muy seguro de la decisión.

Se trata de algo que se debe valorar despacio y tomar libremente sólo cuando se esté convencido de que el resultado va a ser negativo para nosotros. Un ejemplo, cuando hay una hipoteca y los bienes a heredar no dan para pagarla. Porque se heredan los bienes, pero también las deudas.

Cuando ya se ha tomado la decisión hay que saber que no hay vuelta atrás, una vez hechos los trámites de la renuncia ésta será definitiva, no hay lugar para cambiar de opinión.

En cuanto al procedimiento, no es tan sencillo como decir “no la quiero”. Para renunciar a la herencia es necesario hacerlo a través de escritura notarial o presentando escrito ante el juzgado.

Las herencias siempre son asuntos muy complicados, tanto si existe testamento como si no lo hay. Son temas que pueden generar infinidad de problemas familiares e incluso enfrentamientos, por ello el mejor consejo es buscar siempre asesoramiento legal.