Los sensores fotoeléctricos son productos eléctricos y electrónicos de amplio uso, tanto a nivel doméstico y comercial como industrial. Permiten detectar objetos pequeños y grandes sin tocarlos, y responden a alta velocidad con distancias variables. Los modelos más simples son los denominados interruptores crepusculares, que activan una o varias lámparas cuando oscurece; es decir, si la claridad que percibe el equipo está por debajo de un valor establecido.
Las llamadas fotoceldas o fotocélulas industriales son baratas, no requieren de un mantenimiento complicado y el proceso de instalación es sencillo; además, su fiabilidad es alta. Para garantizar esta última característica utilizan dispositivos en un lazo cerrado, lo que significa que la fuente emisora se sincroniza con la receptora. Así, la luz (que suele ser infrarroja) se emite con una frecuencia precisa y una secuencia específica de modo que nada produzca interferencias.
Entre las aplicaciones más conocidas de las celdas fotoeléctricas se encuentran la detección de objetos, control de las dimensiones (alto o ancho) de productos de acuerdo a las especificaciones, ajuste del distanciamiento requerido por un elemento móvil o acomodo de unas señales de impresión. También se usan para detectar humo, intrusos en puertas de acceso o para determinar, por ejemplo, que se acabó el material envolvente de la bobina en una envasadora.
Modelos más comunes de sensores fotoeléctricos
- Barrera de luz: los dispositivos transmisores y receptores del haz de luz se encuentran separados, y cuando un objeto aparece en el área de detección entonces se interrumpe la señal y es reconocido. El proceso es independiente del color, textura o brillo del cuerpo a identificar, aunque no actúa si es transparente. Es útil con distancias de separación de hasta 60 m y funciona bien en ambientes sucios o húmedos. Los ejes ópticos deben alinearse con precisión.
- Reflexión sobre espejo: los componentes emisores y receptores se encuentran dentro de un mismo aparato y a cierta distancia se coloca un elemento reflector. Cuando la señal sale pero no retorna se detecta la presencia del objeto, que debe ser más grande que el espejo y de preferencia, no reflectante. El proceso es eficiente con cuerpos opacos, ligeramente transparentes o de cualquier color y es ventajoso porque el cableado se hace a un solo equipo.
- Reflexión sobre el propio objeto: en este caso también se trabaja con una carcaza y el cuerpo a identificar (que no puede ser negro) es el que refleja la luz infrarroja emitida permitiendo el reconocimiento. La reflexión se clasifica como difusa o definida dependiendo de la fotocélula empleada. Solo funciona con distancias muy cortas (menores a 1m).
- https://www.youtube.com/watch?v=hmEpd8oJDZ4&t=27s