No existe escenario sino hay buenos telones para teatros. Estos representan la barrera que divide a los espectadores de una historia que será artísticamente contada. Quienes aman el arte escénico entienden la emoción que causa ver subir y bajar esa gran cortina de sueños. Ese es el paso inicial a sumergirnos en un mundo paralelo que nos hace vibrar.
El telón es parte de la escenografía por lo que su imagen es fundamental para generar expectativa a quienes asisten a la obra. Por lo tanto, la primera impresión del espectador dependerá de este elemento teatral.
Existen empresas que se dedican a ofrecer el mejor servicio en la confección y mantenimiento del lienzo. Aunque muchos no pensemos en estos aspectos, quienes trabajan en esta disciplina saben la importancia que tiene la elaboración de este instrumento.
Es importante que la compañía encargada de la “cortina roja” pueda demostrar su experiencia dentro del negocio. Existe todo un andamiaje para confeccionar y proteger el material en caso de incendios y cortocircuitos.
Un buen telón llama nuestra atención, ya que podemos pasar nuestros primeros momentos en la sala observando ese interesante tejido. El mismo es sinónimo del glamur, de la grandeza y expresiones propias del arte interpretativo. Es el principio y final.
En las artes escénicas existen diversos elementos textiles y muchas utilidades para los mismos. Están las cortinas de fondo, pantallas de proyección e incluso un cortinaje especial para adornar el escenario. Cada uno tiene un coste y una utilidad para el director de una obra o el gerente de un teatro.
Cuando se trabaja de manera comprometida, el éxito e ingresos del teatro o local llegan por si solos. Lo ideal es referirnos a especialistas en el área que entienda nuestros deseos y gustos.