Tratamiento con las carillas composite

carollas composite

El rostro es la carta de presentación de las personas. La sonrisa, por ende, se convierte en lo más llamativo. Para tener los mejores dientes deben estar uniformes y de un color blanco, lo que es significado de una buena salud bucal. Con el objetivo de lograrlo se han creado ciertos elementos que ayudan, y entre ellos se encuentran las  carillas composite .

Este proceso consiste en colocar en la parte frontal de la dentadura, láminas de resina que se hacen de acuerdo a la medida de quien las solicite. Mayormente se ponen en la parte visible. Además de sencillo, se ven los resultados rápidamente.

Las mejoras de la estética de los dientes pueden cambiar significativamente el rostro de una persona. Es poco agradable conocer a alguien hermoso con las piezas dentales amarillas o con formas irregulares. Curiosamente son los artistas y personajes públicos quienes se iniciaron en este tratamiento, por ser ideal para mantener una sonrisa pulcra.

Una de las ventajas del proceso es que no requiere de anestesia, ya que es indoloro y tampoco demanda mucho tiempo su aplicación. Visitando en dos ocasiones al dentista seguramente tendrá una dentadura perfecta. En otro sentido, las medidas de una carilla oscilan entre los 0.3 a 0.9 mm lo que permite que se peguen al diente sin necesidad de tallarlo antes de hacerlo.

Las carillas composite deben ser puestas por un odontólogo especializado, y con las herramientas adecuadas. Otro factor cualitativo de estas, es que al ser fluorescentes (al igual que las piezas naturales) los dientes resaltan uniformemente y no se verán diferentes, como ocurre  con otros materiales cuando se exponen a la luz negra.

Según las características del paciente se aplica este método, pero los principales candidatos son aquellas personas que deban cubrir espacios interdentales, corregir fracturas, tamaños irregulares de las piezas dentales, deformaciones y emparejar el color.

La duración de las carillas dependerán de los hábitos del paciente y es de 7 a 10 años. Los elementos como café y tabaco pueden modificar el color de las mismas, por lo que es recomendable disminuir el uso de los mismos y así pueda sentirse seguro de sonreír a plenitud.