Pienso sin cereales para gatos: ¿resulta beneficioso para mi mascota?

Actualmente, la mayoría de los alimentos para gatos vienen con un alto contenido de cereales debido a que son una fuente económica y adecuada de proporcionarles energía. Además, al estar elaborados a base de arroz, maíz, avena, entre otros, sin duda alguna, ayudan a que la comida tenga una textura increíblemente apetecible para los pequeños cazadores, incluso, al presentarse en forma de croquetas resultan ideales para sus dientes.

Sin embargo, la realidad es otra, pues, lo cierto es que para los gatos asimilar todo este exceso de carbohidratos resulta bastante complicado para su delicado estómago y, si hablamos de otros ingredientes que también se añaden, como guisantes, patatas, garbanzos, etc., la situación empeora ya que son pocos recomendados para su salud.

Lo bueno es que hoy en día estamos más conscientes de la correcta alimentación de los felinos, por ello, podemos encontrar en el mercado una amplia variedad de pienso sin cereales para gatos, los cuales aportan mayor cantidad de proteínas de calidad, vitaminas, minerales y fibra que, sin duda alguna, contribuyen a complementar una más dieta sana y natural.

Asimismo, si estudiamos un poco la anatomía de estos animales nos podemos dar cuenta que están configurados genéticamente para comer carne y unos que otros frutos de la cadena de alimentación, por lo tanto, no es un error basar su comida en piensos que realmente estén pensados en sus requerimientos y en asegurarles un magnifico cuidado.

Por suerte, una de las ventajas de los piensos sin cereales para gatos es que, al representar una mayor fuente de proteínas, encima, ofrecen más vitalidad, mejoran la apariencia del pelo y les proporciona un mejor mantenimiento de la salud.

En resumidas palabras, antes de comprar pienso para felinos es preferible pensarlo muy bien y seleccionar aquel de composición más natural. El bolsillo también lo agradecerá.

Uso de válvula membrana

valvula membrana

Los diferentes desarrollos que ha realizado el hombre, tienen como principio mejorar su calidad de vida. De allí, que surgen diariamente productos de vanguardia en todos los sectores industriales de manufactura. La válvula membrana, mariposa, codos, conexiones y los múltiples accesorios de tuberías, son un ejemplo simbólico, indispensables en la construcciones de empresas, casas u oficinas, al permitir el control de servicios básicos como agua y gas natural para la calefacción.

De forma coloquial, las válvulas son llamadas llaves y tienen como objetivo controlar la cantidad de una sustancia con al menos un mínimo índice de fluidez, bien sea en estado líquido, gaseoso o pastas con sólidos inmersos; de manera proporcional regula la presión del sistema de tubería. Con dichas funciones se evitan accidentes como derrames, fugas, y además se logra la dosificación de materias prima (economía y calidad), en el caso de las industrias.

Son muchos los tipos de válvulas que se pueden conseguir en el mercado, donde se evidencian diferencias físicas y coste asociado, por lo que es importante que las personas tengan nociones básicas del tema, para que realicen una buena elección. La calidad de los materiales de su fabricación es sin duda una de las razones por lo que el precio incrementa, pero técnicamente por las tolerancias de magnitudes que soporta en cuanto a presiones, caudal y propiedades de la sustancia en cuestión.

Las válvulas de membrana, tienen mayor relevancia y demanda en las empresas de manufacturas, donde se trabajen con mezclas o hay alta tendencia de contaminación de sólidos en líquidos, ya que su uso se focaliza en impedir el paso de estos residuos a una zona no deseada, gracias a la película flexible que las constituyen. Los expertos la recomiendan para fluidos corrosivos que operan a bajas presiones.

Por tal razón, si usted no tiene un ambiente con las condiciones antes expuesta puede optar por otros tipos de válvulas. Cabe destacar, que las llaves están compuestas por dos partes, el actuador donde se recibe la señal para ejecutar la apertura o cierre de la misma, de modo manual o automático; y el cuerpo, encontrándose allí el posicionador, obturador, asiento, vástago y otras piezas que garantizan el trabajo.